La fibrosis quística es una enfermedad genética rara y progresiva que afecta principalmente al sistema respiratorio y digestivo, impactando de manera significativa en la calidad y esperanza de vida de las personas que la tienen.
Durante décadas, los tratamientos se han centrado en aliviar los síntomas y frenar el deterioro que provoca la enfermedad, pero en los últimos años hemos sido testigos de avances científicos que han supuesto un antes y un después en el tratamiento de la FQ.